Gimen tus ojos al escrutar el pasado
que te convierte en el adalid de los oprimidos
de los amantes locos de profunda miseria.
Encuentra el sable justiciero en el recodo que perdiste,
atrapa la venganza, dale muerte
que no puedo más con esta espera.
¡Ay Caramba Ché!
¡Regresa Ché!
vení de la noche profunda
de la oscura intención.
Contá cada una de las balas inoportunas
salvate de cada una de las mentiras
que se levantan detrás de ti
Detén el tiempo y administra el espacio
pastorea al rebaño de gigantes que no termina
que aún dormita entre la piel vieja.
¡Ay Caramba Ché!
¡Regresa Ché!
Se hace tan lejana tu voz
te quiero indómito entre los conformes
caballo de fuego Ché
funde la canalla que no para
Hindu Anderi, 23 de octubre de 2007.
1:30 p.m.
jueves, 8 de octubre de 2009
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